Los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS–, también conocidos como objetivos mundiales, se
adoptaron por todos los estados miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la
pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para
2030.
Los 17 ODS están integrados, ya que reconocen que las intervenciones en un área afectarán los
resultados de otras y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad medio ambiental,
económica y social.
La nueva Agenda para el desarrollo sostenible 2030 representa un importante paso adelante en el
reconocimiento de la contribución de la ciencia, la tecnología y la innovación para el
desarrollo sostenible.
La UNESCO se propone ayudar a los estados miembros a concebir políticas eficaces, basadas en los
mejores conocimientos disponibles, considerando sistemas de conocimientos locales e indígenas.
Para ayudar a las sociedades del mundo entero a comprender mejor el cambio climático global,
adaptarse a éste y atenuar sus consecuencias, hay más de treinta programas que coadyuvan a crear
conocimientos sobre ese cambio, sus riesgos inherentes y sus implicaciones en el plano ético,
así como a sensibilizar sobre su importancia.
Mediante su Programa sobre el Hombre y la Biósfera (MAB), la UNESCO promueve la utilización
sostenible de los ecosistemas terrestres, incluida la gestión sostenible de los bosques,
luchando contra la desertificación y contrarrestando la pérdida de biodiversidad.
En su página oficial la UNESCO afirma que la cultura forma parte de nuestro ser y configura
nuestra identidad. Sin cultura no hay desarrollo sostenible. La UNESCO garantiza que el papel de
la cultura se tenga en cuenta en la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
incluidos aquellos que se centran en la educación de calidad, las ciudades sostenibles, el medio
ambiente, el crecimiento económico, las pautas de consumo y producción sostenibles, las
sociedades inclusivas y pacíficas, la igualdad entre géneros y la seguridad alimentaria.
Desde el patrimonio cultural a las industrias culturales creativas, la cultura representa el
facilitador y motor de las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible.
En general, y tomando como marco referencial el MEDIT y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
–ODS– de la Unesco, se puede afirmar que el tema ambiental es un eje transversal para la
comunidad educativa, de tal forma que todas las personas que hacen parte de la institución
(coordinadores, profesores, estudiantes, administrativos) hacen parte del diseño, ejecución y
evaluación de las actividades que se van a realizar y que en este documento se mencionarán.
En el presente documento se describen las actividades a ejecutar, considerando la contingencia
del Covid-19, adaptando tiempos y actividades de modalidad presencial a trabajo en casa.